24/7/09

Arrebatos.

Son las 12 y un minuto. Estoy acostada en la cama sin poder dormir. Después de haber leido casi la mitad de Once Minutos de Paulo Coelho, y de haber meditado sobre sus consecuentes reflexiones sobre la vida sexual de una prostituta decidí terminar liberándome después de tantos días buscando el momento adecuado. Cuando hube terminado, apagué la luz de la pequeña lamparita que durante tantas noches me ha acompañado y me dispuse a intentar dormir. Fracaso, no puedo siquiera cerrar los ojos. Al principio pensé que era cuestión de estar quieta, inmóvil, y cerrar los ojos poco a poco a la vez que intentaba dejar la mente en blanco para que el calor no me terminara agobiando por completo durante el intento de dejar mi mente a los dulces antojos de Morfeo. Es increíble, no es el calor el que me desvela, sino las constantes y permanentes visitas de tus recuerdos. Recapitulo cada momento contigo, intento imaginar tu perfume embriagando por completo cada sentido, erizándome la piel e impidiéndome cerrar los ojos mientras las pequeñas perlas de sudor resbalan por mi pecho, sugiriéndome tomar una ducha fresca. Prefiero incluso dejar mi cuerpo a merced de tus cálidas manos a dejar mi mente descansar de un tirón toda la noche. Las ganas de verte me sugestionan y me invitan a tener ese arrebato que me haría salir corriendo en plena noche para hacerle una visita a tu lecho y dejarme atrapar por tu esencia. Simplemente me doy cuenta de que te necesito a cada instante, aunque sea dentro de mi mente. Bueno, parece que mi querida Musa decidió pasar la noche conmigo, y que ya ambas tenemos sueño. Sólo me queda decir una última cosa: te quiero.

1 comentarios:

noloshe dijo...

Bonito despertar y leer eso, bonito descansar leyendo tus mensajes, dificil esperar para volver a verte.

Intento que los dias pasen rapido, para que se haga el dia de volver a verte