27/7/09

Hace poco tiempo que te veo, y veo que te quiero.
Hace mucho tiempo que quiero besarte y quiero besarte mucho tiempo.
Hace mucho soñaba con la perfección, y ahora la perfección sueña contigo.
Tantos rodeos y rodeo tanto, tantas vueltas y desvaríos varios, Tantos te quiero, te quiero tanto. Ni pies ni cabeza ni sentido ni razón, bellas palabras dulce sensacion. Locura extrema un latir de corazón, un latir en mi boca un beso con pasión. Palabras de un loco, un sabio o un poeta. Palabras de un enamorado, palabras de receta.

24/7/09

Arrebatos.

Son las 12 y un minuto. Estoy acostada en la cama sin poder dormir. Después de haber leido casi la mitad de Once Minutos de Paulo Coelho, y de haber meditado sobre sus consecuentes reflexiones sobre la vida sexual de una prostituta decidí terminar liberándome después de tantos días buscando el momento adecuado. Cuando hube terminado, apagué la luz de la pequeña lamparita que durante tantas noches me ha acompañado y me dispuse a intentar dormir. Fracaso, no puedo siquiera cerrar los ojos. Al principio pensé que era cuestión de estar quieta, inmóvil, y cerrar los ojos poco a poco a la vez que intentaba dejar la mente en blanco para que el calor no me terminara agobiando por completo durante el intento de dejar mi mente a los dulces antojos de Morfeo. Es increíble, no es el calor el que me desvela, sino las constantes y permanentes visitas de tus recuerdos. Recapitulo cada momento contigo, intento imaginar tu perfume embriagando por completo cada sentido, erizándome la piel e impidiéndome cerrar los ojos mientras las pequeñas perlas de sudor resbalan por mi pecho, sugiriéndome tomar una ducha fresca. Prefiero incluso dejar mi cuerpo a merced de tus cálidas manos a dejar mi mente descansar de un tirón toda la noche. Las ganas de verte me sugestionan y me invitan a tener ese arrebato que me haría salir corriendo en plena noche para hacerle una visita a tu lecho y dejarme atrapar por tu esencia. Simplemente me doy cuenta de que te necesito a cada instante, aunque sea dentro de mi mente. Bueno, parece que mi querida Musa decidió pasar la noche conmigo, y que ya ambas tenemos sueño. Sólo me queda decir una última cosa: te quiero.

19/7/09

Into the light.

6 de la mañana. Algo me ha impedido irme a dormir. Ayer fue un buen día pero traspasado el umbral de la medianoche todo adquiere otro sentido, y en un momento de flaqueza el dolor ha pasado por unos breves latidos, bombeando lágrimas que sangran heridas cerradas tiempo atrás.
Me niego a que tu recuerdo permanezca hoy conmigo de forma dolorosa. Tu recuerdo jamás me causará dolor.
Sé que algunos me habrán tachado de fría o insensible por seguir con mi vida desde el primer momento en que mi corazón perdió una importante parte de él, pero la razón por la que seguí con ella eras tú. Sabía lo que esperarías de mí, lo que necesitabas que hiciera por tí ya que tú ya no podías. Y lo hice. Da igual lo que piensen los demás, sé que a tí no te fallé, y es lo único que necesitaba saber.
Perdí un gran guía, pero tu luz no me ha abandonado del todo, y jamás lo hará. Me enseñaste la bondad del ser humano, cómo aún se puede ser alguien decente en este mundo y cómo la gente te valorará por ello.
¿Puede seguir latiendo un corazón hecho pedazos? se preguntan algunos. La respuesta es sí. Aunque muchos no puedan notarlo en esos momentos porque se sientan vacíos, late más lento, agonizando, esperando su último aliento, y a la vez más rápido, desbocado, buscando una salida.
Porque siempre la hay. Aunque no la veamos. Tal vez sólo estemos confusos, pero tarde o temprano vemos el camino a seguir, eso no significa dejar lo que perdimos atrás en el olvido, sino llevarlo con nosotros, en el eterno recuerdo.
Puede la muerte salvar la vida? Es posible. Yo sólo sé que habría abrazado mi muerte por evitar la tuya. Pero eso ya no es posible, así que tan solo me queda vivir mi vida plenamente para no llegar a una muerte vacía, sino a una que ponga la guinda a todos mis años de existencia.

I'm falling, watching as your hurting
I'm down here I'm on my knees
How can I survive
And you turn to me and promise me you're ready
And tell me you'll be waiting on the other side

And I still believe in the good
And I still believe in the light
And I wanna feel the sun
I wanna free you tonight
And you showed me all the good
And you lead me through the light
And you gave me the sun
It's time to free you tonight

[xxx]

18/7/09

Empieza por S

Empieza por S, las notas de mi piano
Empieza por S, el corazón que me fascina
Empieza por S, la elección de mis manos
Empieza por S, la alegría de mis días

Empieza por S, eso que tanto he deseado
Empieza por S, el amor de mi vida
Empieza por S, mis ganas de verte
Empieza por S, la razón de que sonría


Y que seria de mi latir sin tus ganas de que lo haga. No estoy nada inspirado, pero se que no te movería de mi lado. Y se hace eterno y silencioso, y el mundo se queda vacío de tus besos, mientras anhelo oirtelo decir una vez mas. Te quiero, me quieres, no veo nada por lo que pueda salir mal, esta sensación la verdad que no estoy acostumbrado, esta perfección nunca la había tenido a mi lado. Empieza por S el nombre de quien me enamore.

Yo no soy sin tí, tu sólo eres conmigo.


Días de espera, muchos. Palabras cuyo sinónimo se podrían traducir en dos palabras: Esperanza y amor. Era tan raro sentirte cerca... Tus caricias, tu respiración en mi oido, tus besos y tus abrazos me trasladaban a un lugar demasiado lejano pero al que tu puedes llevarme en dos segundos: Paraíso. Notar tu calor me erizaba la piel, me hacía temblar de placer. Tus manos rodeando mi cintura me adentraban en un baile tan tierno y bello como tus ojos. Y es que yo... Yo quiero hacer de tu espalda una cuna, de tu pecho un lecho sobre el que descansar, de tus dedos las teclas de un piano al que acariciar, de tu piel un refugio para resguardarme del frio y de tus labios una fuente de la que beber a cada segundo, sin tregua. Sólo tú lo has hecho posible. Estar acurrucada en tu pecho, oyendo cada latido de tu corazón mientras tus manos danzaban sobre mi piel era una experiencia nunca vivida. Neonata. Bueno, como dijimos: Llegamos a planear algo así, y no nos cuadra. Esa improvisación, ese "lo que surja", o ese no saber por dónde empezar es lo que quiero. Sin prisas, pero sin pausa. El caso es que todas estas líneas no significan nada al lado de lo que en realidad deseo decir y demostrar si pudiese todos los dias, cada minuto y cada segundo: Te quiero, te necesito y necesito amarte.

16/7/09

Sin sentido.

Me sorprendí a mi misma, meditabunda, en medio de una calle solitaria. Era de noche, y me había levantado sonámbula, supuse. Me resultaba todo muy extraño, no conocía aquella calle, ni siquiera me sonaba. No sabía donde estaba. Aquella noche, demasiado tranquila, y con aquella atmósfera irrespirable que me oprimía el pecho impidiéndome respirar con normalidad. ¿Dónde estaba?¿Cuánto había caminado sola, sin rumbo, por la ciudad irreconocible en la que me encontraba? Empecé a ponerme nerviosa, corría por las bocacalles como una rata asustada mientras el asfalto me dañaba la planta de los pies sin saber a donde ir. No había nadie, ni siquiera un pobre vagabundo a quien preguntar. Las casas parecían deshabitadas, ni una sola luz encendida. Ni un ruido. ¿Qué hora sería? No tenía reloj, maldita sea. Estaba realmente desesperada. De repente, topé con unos ojos amarillentos. Eran un par de gatos. Me miraban extrañados de una forma un tanto siniestra. Empezaron a acercárseme, mientras se relamían los sucios bigotes. Empecé a correr. Me perseguían, podía oir incluso sus estómagos reclamando algo que comer. Miré un instante hacia atrás. Les pasaba algo raro. No eran gatos, se estaban convirtiendo en hienas. Increíble. Ahora podía escuchar sus quejidos y sus risotadas mientras me perseguían. Las supuestas carcajadas retumbaban en mis oidos, me volvían loca, paranoica. ¿Dónde coño estaba? Se acercaban cada vez más, pareciese que corría a cámara lenta mientras ellas se acercaban más y más. De repente, todas las alarmas de los coches empezaron a sonar en una frenética estampida sonora. Aterrorizada, me di la vuelta, las hienas habían desaparecido. Un golpe me sobresaltó aun más. Los coches estaban volando y se estampaban contra las fachadas de las casas. Explotaban. Estaba desconcertada. Demasiado ruido para mis oidos, y demasiada emoción a la vez que terror para mi mente y mi cuerpo. Las alarmas seguían sonando y sonando, volviéndose más agudas. Sentí como se me estallaban los oidos. Oí una alarma, no una de un coche, sino una alarma diferente. Estridente, pero conocida. Me desperté. Estaba en la cama, mi piel enchumbada en sudor frío. Había sido todo una puta pesadilla. Me senté en la cama, para relajarme. Cogí el vaso de agua de mi mesa de noche. Bebí un poco. No era agua, tenía un color oscuro, y mi boca delataba un sabor amargo, oxidado. Era sangre. ¿Qué coño? En el suelo ví algo moverse. A la luz de la luna parecía una manta oscura que se movía sola. Pero no, eran manadas de insectos: Cucarachas, arañas y gusanos de todo tipo se dirigían a mi. Algunos ya habían empezado a subirseme por las piernas. Empecé a llorar, me dejé caer en el piso. Notaba como me mordían la piel, me hacían sangrar. Vomité sangre. Demasiado repulsivo. Me desmayé para siempre mientras los insectos seguían su lucha encarnizada sobre mi cuerpo inerte..

10/7/09

Capítulos.

Sentada en mi cama, meditando, dirigí la mirada hacia la ventana. Era un dia muy lluvioso, oscuro, pero sin embargo, tranquilo. Observaba con la mirada perdida las gotas caer por los sucios y empañados cristales. Me centré en una gota: Era más grande y más brillante que las demás. No supe si era un efecto óptico de la luz de la calle o si de verdad era tan hermosa. Tal vez sólo lo era ante mis ojos. Me entretuve mirando su recorrido y se me ocurrió compararlo con la vida de un suicida. Me sorprendí: Mi mente está más turbia de lo que nunca imaginé. Seguí con la mirada clavada en la gota. Nada más caer en el cristal empujada por la fuerza del viento, era la gota más bella que jamás había visto. Reluciente, tan transparente como el agua de un rio virgen. Empezó a resbalar por el cristal, serpenteando. Poco a poco, el polvo del cristal fue corroyéndola, consumiéndola lentamente. Segundos después, se fue ralentizando a la vez que seguía empequeñeciendo, y la tierra le había dado un color marrón deprimente. Ya no era la preciosa gota lúcida y comparable con una perla, sino una gota cansada de resbalar, cansada de ser gota sencillamente. Se fue haciendo más pequeña y más sucia. Finalmente la ví caer en un último acto suicida hacia el suelo. Corrí hacia la ventana, la abrí de par en par y vi sus últimas décimas de vida antes de desaparecer junto a la riada que se extendía en las aceras de la calle. Ya no existía. Así es como fluye la vida. Nacemos limpios, crecemos y empezamos a ensuciarnos, intentamos limpiarnos, pero siempre terminamos cayendo en picado hacia la querida involución humana llamada muerte. Muchas veces puede ser digna, otras, ni siquiera se le puede llamar muerte...